sábado, 10 de julio de 2010

GAY


ACLARACIÓN:

Esta nota no es de mi autoría. La escribió un tal "Enrique", quién se encargó de divulgarla por la Web y consideré publicarla en mi espacio.

Andrés Belguich


Los homofóbicos… ¿a qué temen?
Consultando el diccionario, uno encuentra que aquellas palabras compuestas que llevan el sufijo “fobia” (homofobia, xenofobia, claustrofobia, etc.) indican la condición de poseer un temor exagerado hacia alguna cosa referida por la raíz del sustantivo compuesto del que se trate. Por lo tanto, la “homofobia” se refiere al temor a la homosexualidad…
Una persona que vive con temor, vive angustiada, y su calidad de vida es una porquería. Siente que en cualquier momento alguno de los temores que anidan en sus fantasías se puede hacer realidad y así transformar en verdad ese infierno imaginario.
Vivir con temor es una experiencia que nadie querría, ni para sí, y tampoco para el prójimo.
Últimamente he leído ciertos… iba a decir argumentos… pero los argumentos son razonamientos hechos sobre la base de evidencia y concatenados mediante procesos de pensamiento (racionales, por cierto)… así que creo que se trata lisa y llanamente de temores. Temores que esgrimen los homófobos para oponerse a que un grupo de ciudadanos, hoy jurídicamente en posición desfavorable frente al resto, vea equiparados sus derechos.
Pensando un poco y tratando de resumir lo que leo por ahí en los medios, encontré, al menos, estos 8 temores. Por fortuna para el homofóbico, como dice el dicho “una de cal y una de arena”, y para cada uno de estos temores, hay una respuesta que promete exorcizar el miedo (Respuesta Exorcizante: R.E.)
Si usted es homofóbico/a, es posible que le tema a:
1 – Que haya que ser gay para poder casarse
R.E.: Afortunadamente, ¡nada más lejos de la realidad! El cambio propuesto para el código civil consiste esencialmente en eliminar la referencia al sexo de los contrayentes, con lo cual, un hombre y una mujer no tendrán absolutamente ningún impedimento para casarse, tal como ha sucedido hasta el día de hoy. ¡A respirar tranquilos!
2 – Que los niños criados por padres del mismo sexo sean homosexuales
R.E.: Nada por lo que preocuparse: Si así fuera, nadie que hubiese nacido de padres heterosexuales podría haber terminado siendo homosexual. El deseo sexual es algo que las personas sienten más allá de su voluntad o la de la sociedad que los rodea. Si no, imaginen si alguien pudiera inducirlo a Ud. (que no dudo es un/a heterosexual hecho/a y derecho/a) ¡a que le guste alguien de su mismo sexo! Imposible, ¿verdad? De todos modos, debería considerar que ser homosexual no es nada que nadie debería temer, pero si usted posee este temor patológico a los homosexuales, tal vez no pueda entender este concepto y deberá bastarle la primera parte de esta respuesta.
3 – Que ser gay sea “lo normal” y tenga que hacerse homosexual o simular serlo para poder vivir tranquilo/a.
R.E.: De ninguna manera. Verá Ud.: no se trata de que ahora la hegemonía la tendrán los gays (por cierto, no hay ningún lobby gay, ni agenda gay, ni nada por el estilo) Los gays y lesbianas solo quieren vivir en paz, con los mismos derechos que los demás, no tienen interés en juzgar a nadie por sentir diferente a ellos, ni condenar a nadie al oprobio o a la violencia física o verbal basados puramente en a quién uno ama. Tranquilos, eso es solo algo que han hecho los homofóbicos, y nadie pretende tomar la posta. Con esta nueva ráfaga de tranquilidad, pasemos al punto 4.
4 – Tener que ver a familias con 2 papás o 2 mamás en la cola del cine, y encima, delante de usted.
R.E.: ésta es difícil… y sí: verlos van a tener que verlos… pero hay cosas que se pueden hacer: sacar las entradas por internet y llegar al cine a buscarlas cuando las familias “raritas” ya hayan entrado, la sala esté a oscuras y no se los vea… o también… ¡acostumbrarse! No huelen, ni lastiman, ni te van a pinchar las gomas del auto (ver R.E. del punto anterior) Así que, ¡tranquilos!
5 – Que el ANSES tenga que gastar SU dinero para pagar pensiones a viudos/as de cónyuges del mismo sexo.
R.E.: En realidad, hoy por hoy, el ANSES está usando el dinero de homosexuales y heterosexuales para pagar pensiones sólo de heterosexuales, así que solamente se trata de equilibrar la balanza que en este aspecto está algo desequilibrada a favor de estos últimos. Pero bueno, tampoco hay que preocuparse por eso, los aportes de los homosexuales van a seguir contribuyendo, como hasta ahora, para pagar las pensiones de los heterosexuales. Lo único que va a cambiar es que todo el que aporta, cobra (sin entrar en detalles acerca de la larga y triste historia de nuestro sistema previsional) sea hétero, homo, bisexual, etc. etc.
6 – Que sus hijos, normales y criados por padres heterosexuales, sean discriminados en la escuela y sean víctimas de burlas y agresiones por tener papá y mamá de distinto sexo.
R.E.: Los niños no discriminan ni agreden sino por aquello que sus familias les inculcan. Los padres homosexuales crían a sus hijos en la aceptación de la diversidad, y han sido, a su vez, criados en la mayoría de los casos por padres heterosexuales. La probabilidad de que un niño hijo de padres heterosexuales sea discriminado y agredido en la escuela es prácticamente inexistente.
7 – Que en la escuela les enseñen a sus hijos que es “normal” tener dos papás o dos mamás.
R.E.: “normal” significa algo que se ajusta a la norma, a la regla, en este caso, a la norma social. Si en una escuela conviven niños que pertenecen a familias de un papá, una mamá, dos papás, dos mamás, un papá y una mamá, una abuela, un tío…. La norma parece ser “hay diversidad de familias” y seguramente los niños aprenderán que lo “normal” es que cada uno tiene la posibilidad de aportar algo único y maravilloso a la sociedad desde su historia y su irrepetible identidad. La normalidad, en este caso, será un concepto inclusivo, en el cual también hay un lugar, tan importante como cualquiera, para hijos con papá y mamá. Otra vez: ¡nada de qué preocuparse!
8 – A perder la hegemonía y no poder imponer sus creencias religiosas, ideas sobre cómo debe ser la familia, ideales de sociedad, sobre TODOS los ciudadanos de este país.
R.E.: … este… lo siento… esto es algo con lo que lamentablemente tendrán que aprender a vivir… pero tampoco es tan grave… el mundo ha sido un lugar mejor para todos, cada vez que un grupo de personas se libera de la prepotencia que impone la hegemonía de un sector (ya pasó cuando el mundo se liberó de la prepotencia de los nazis, de los fanáticos racistas, etc.)

Ojalá estas palabras traigan algo de alivio a su condición fóbica. Ojalá pueda reconocer en sus semejantes personas que quieren vivir su vida y que no tienen ninguna intención de barrer con sus derechos civiles ni destruir su familia, o atentar contra la conservación de la especie.
Si no es así, tal vez necesite usted algún tipo de ayuda más especializada. En ese caso, ¡no dude en procurársela! Vale la pena hacer terapia si se trata de vivir sin temores.

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