sábado, 10 de julio de 2010

DR. TANGALANGA EN LA TRASTIENDA 2008


FECHA DE PUBLICACIÓN: 02/07/08

¿A quién se le puede ocurrir un sábado ir a ver al Dr. Tangalanga? ¿Hay algo más bizarro que eso?
Ahora no se quién de los dos salió peor en la foto. No mencionar lo que me ha hecho reír este señor la semana pasada en La Trastienda con sus llamados. Quién se puede imaginar que esta persona tiene 93 años y viene realizando llamadas desde la década del `60 cuando nadie antes se le había ocurrido. Todo empezó cuando el tenía un amigo enfermo con la mitad del cuerpo paralizado, quién se encontraba las 24 horas postrado en la cama y para liberarlo del aburrimiento tuvo la “gran idea” de hacer llamados telefónicos al lado de el, con un aparato que grababa los mismos y de esa forma logró que su amigo partiera de esta tierra con una sonrisa.
Después de este episodio, abandonó su hobby por un tiempo, hasta que en los ochentas cayó enfermo de hepatitis y sus amigos le solicitaron que volviera con las bromas telefónicas y a partir de ahí se inició lo que hoy conocemos como el Dr. Tangalanga.
Como olvidar sus llamados al gimnasio, donde la persona que atendía sentía palpitaciones, a los tanos y a los chinos que no se le entendían una mierda lo que hablaban y a las paraguayas.
Las frases célebres como: “Vos me hablás o me puteás”, “Si no sós maricón es de haragán”, “podés seguir hablando porque yo ya corté” o “si no sós puto te faltan diez minutos”. Los versos que recitaba como por ejemplo: “Si Cristo murió en la cruz con tres clavos solamente, como no muere tu hermana que la clava tanta gente”. A cuanta gente hiciste calentar hijo de putas y a cuantos hiciste reír.
En el fondo es una persona sencilla que tiene bien en claro lo que quiere y no tiene complejos en tomar un café o ir a comer con algunos de sus fans sin ningún tipo de lucro. No hay un día que no escuche un solo llamado de este señor. Es admirable la lucidez mental de una persona a su edad, realmente te vamos a extrañar mucho cuando los llamados del doctor lleguen a su fin. Pero no vamos a dejar de escucharlos nunca. Gracias Doctor por ser tan hijo de puta.
Y recuerda: Ser grasa no es escuchar Rock... Ser grasa es comprar un móvil de última tecnología y no saber usarlo.

Andrés Belguich

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