Domingo 08 de Marzo de 2015
¿Siempre me pregunté por qué la palabra “Hombre” prevalecía sobre la palabra “Mujer”? Cuando un escritor o docente dice: “El Hombre”, no se refiere al sexo masculino sino a la humanidad toda. ¿Por qué cuando una pareja contrae matrimonio, la mujer, automáticamente, pasa a portar el apellido de su marido? ¿Y por qué el hombre no puede llevar el apellido de su esposa? ¿Por qué decimos "la mujer de"... y no "el hombre de"...? ¿Por qué cuando una madre da a luz, el hijo es anotado con el apellido del padre?
¿Siempre me pregunté por qué la palabra “Hombre” prevalecía sobre la palabra “Mujer”? Cuando un escritor o docente dice: “El Hombre”, no se refiere al sexo masculino sino a la humanidad toda. ¿Por qué cuando una pareja contrae matrimonio, la mujer, automáticamente, pasa a portar el apellido de su marido? ¿Y por qué el hombre no puede llevar el apellido de su esposa? ¿Por qué decimos "la mujer de"... y no "el hombre de"...? ¿Por qué cuando una madre da a luz, el hijo es anotado con el apellido del padre?
¿Qué tipo de poder le otorgaría un Dios de la sabiduría a una forma con dos bolas y un pene? Solo el poder de la fuerza. Tenemos un país fálico. Cuando hablamos del pene nos llenamos de orgullo: “A ver quién la tiene más larga”... En cambio, la vagina denigra. No es lo mismo decir “Que pija que soy” a “Que conchuda que soy”. Creo que ningún hombre con la sexualidad bien puesta deba dar examen todo el tiempo de su virilidad.
Sociedad machista y patriarcal si las hay. En esta sociedad les dicen a sus mujeres “la bruja” o “la patrona”. La divorciada, la madre soltera, la sola sin hijos, es una “loca”. Y la que está enamorada de alguien con diferencia de edad es más “loca”. ¿Sino cómo se explica tanto alboroto mediático por la relación de Viviana Saccone? ¿Acaso a alguien se le dio vuelta la cruz al ver a periodistas con mujeres jóvenes? Sin intención de atacar a nadie, cada uno hace lo que quiere. El asunto es que a los hombres se nos permite todo, hasta que un día el pene deje de funcionar y ahí vamos a convertirnos en inútiles. Y ni siquiera eso, porque existe la "pastilla milagrosa".
No habla bien de un hombre caer en el típico cliché: “Ustedes las mujeres son lo más grande que hay. Sin ustedes, los hombres no seríamos nada”. Basta de decir: “A las mujeres hay que mantenerlas contentas”. A las mujeres no hay que mantenerlas contentas, hay que respetarlas.
La revolución consiste en cambiar una cultura en donde no hay igualdad de oportunidades y hay sometimiento. Nos corresponde a los hombres defender la lucha por los derechos de la mujer. Será hora de despertar nuestra consciencia y cambiar nuestro modo de ver las cosas. Es momento de evolucionar y crecer. Sin mujeres no hay revolución.
No habla bien de un hombre caer en el típico cliché: “Ustedes las mujeres son lo más grande que hay. Sin ustedes, los hombres no seríamos nada”. Basta de decir: “A las mujeres hay que mantenerlas contentas”. A las mujeres no hay que mantenerlas contentas, hay que respetarlas.
La revolución consiste en cambiar una cultura en donde no hay igualdad de oportunidades y hay sometimiento. Nos corresponde a los hombres defender la lucha por los derechos de la mujer. Será hora de despertar nuestra consciencia y cambiar nuestro modo de ver las cosas. Es momento de evolucionar y crecer. Sin mujeres no hay revolución.
Andrés Belguich Velasco
No hay comentarios:
Publicar un comentario